lunes, 22 de noviembre de 2010

Just an embrace



...fue uno de esos abrazos que no te importa que duren minutos y minutos, ni te importaría que duraran incluso horas, y que te dejan como nuevo para todo el camino de regreso a casa. Fue un abrazo que terminó con una caricia en el pelo y un beso en la mejilla, que transmitía un profundo cariño que llevaba estancado durante dios sabe cuánto tiempo pero que empezaba de nuevo a fluir, y que en lo que duró fue capaz de expresar y perdonar tantas cosas ocurridas a lo largo de todo un año…

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