Gracias por estar siempre ahí, en silencio, aguardando paciente hasta que vuelvo a necesitarte. Gracias por no echarme en cara que solo te hago caso cuando me haces falta, es decir, cuando me siento sola; cuando siento que si le contara a alguien todo lo que me pasa por la cabeza, no sería capaz de comprenderme. Gracias por ser tú el único que entiende mis caóticos pensamientos sin tener que explicarlos de un modo racional para que no me mires con cara de incomprensión y me acuses de estar loca. Gracias por ayudarme a sentirme mejor, por recoger mis palabras y después plasmarlas sin modificarlas ni en una coma. Gracias por seguir siendo el mismo tras siete meses sin saber de ti.
=)
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