Ves una película y eres capaz de identificarte con el protagonista, por muy fantástico que sea el argumento y por muchos monstruos o seres mágicos que aparezcan en ella.
Pero acaba la película y desconectas, y crees que nunca vas a ser la chica que se enamora y que meses después de la ruptura sea incapaz de ser solo su amiga.
Crees que las personas con cáncer solo existen en los dramas televisivos, que nunca te va a tocar vivir bajo el mismo techo que una de ellas, que quimioterapia es una palabra tan surrealista como unicornio. Que no es cierto que tenga efectos secundarios tan devastadores, que los pañuelos en la cabeza los llevan por el mismo motivo por el que las brujas llevan sombreros picudos o los indios tocados de plumas.
Crees que nunca vas a tener que levantar a una amiga cayendo en la depresión sin que ni siquiera sea consciente de ello.
Crees que nada de esto es real, pero cuando estas cosas ocurren, no puedes desconectar la película a la mitad, sino que tienes que esperar pacientemente a que todo pase.
1 comentario:
impresionante, me identifico totalmente con lo que dices... me pasa con las películas (para mi) realmente buenas... te dejan como si tu fueras el protagonista... pensativo...
subscribo todas tus palabras, tremendo
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